domingo, 26 de mayo de 2013

Los adjetivos en los instantes desiertos

Te miro: construyo a través de tus ojos 
universos imposibles, levantando
montañas figuradas que no podrás 
nunca coronar. Y te confinas en las 
brumas de un  lóbrego y profundo pantano
alimentado con la ponzoña amarga,
solitaria, de mi vientre mutilado.

Me miras: me destierras al ostracismo 
de una burbuja callada y transparente 
que me apresa entre las zarpas de un recuerdo
nublado _indiferente destierro, urdido
con arresto y voluntad,  custodiado por 
la llave de un carcelero obstinado_.

Nos malgastamos en el éxodo lento
de un camino en el que  maleza y guijarros
fueron anidando; donde la templada 
comunión de nuestros cuerpos despojados
se tornó en el roce invisible de aquellas
indiferentes manos; y los abrazos,
en esos instantes desiertos que nuestra
memoria quiso terminar olvidando.

© Juana Fuentes





















Photo: Jarek Kubicki

2 comentarios:

  1. Visceral, me encanta. Para mi todos los poemas deberían tener esta fuerza.
    Un saludo

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Gracias, Julia, por tus generoso _y rotundo_ comentario, que agradezco enormemente.
      Un abrazo.

      Eliminar