
martes, 23 de octubre de 2012
LOS ERRORES DESGASTADOS
Los errores desgastados
regresan de ayer marchitos
y se abren paso
a dentelladas
por entre la piel
que adereza mis huesos.
Y se surten con la linfa
de mis venas.
Renacen púrpuras
y escuecen.
Escuecen como
ajenjo derramado
sobre heridas agrietadas,
macerando mis vísceras
hasta que se rinden, ulceradas.
Y todo en mí ya es yermo.
Y me pides que no olvide
besarte bajo el muérdago
en el próximo diciembre,
y simule que mi pecho intacto,
adolescente, nutrió algún día,
con su leche tibia e inútil,
un cuerpo diminuto.
© Juana Fuentes
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