aquella conmoción borrosa
de mis primeros años:
retinas extraviadas entre juegos de manos
que sólo nublaba el reflejo
del barro de las calles.
Encontrar, al fin, ese ansiado roce
que, y sin comprender el motivo,
nos guiaba hacia la hondura salada
de un mar inesperado.
Incluso compartir una gastada
golosina sin advertir lo impúdico
aunque ingenuo de aquel improvisado gesto.
Y aún hoy cuando alguno de esos rostros
que tan atrás y entre aquellas tardes
se quedaron me asalta, me pregunto
si no existirá en ti y en lo que ahora ya eres,
en tu voluntad desarmada,
en tu felina placidez,
en tu seda insospechada,
aquel amor que habitaba
por los años, sólo hechos
de óxido y hueso.
© Juana Fuentes
Hola Juana, he publicado este poema tuyo en Realidade Cero, espero que te guste la idea.
ResponderEliminarJuana Fuentes nos habla de amores pasados
http://www.realidadecero.com/2014/01/juana-fuentes-nos-habla-de-amores.html
Aquí puedes verlo, un saludo
Gracias, Carlos, muy atento.
ResponderEliminarUn saludo.