el fulgor del relámpago.
Después,
tiempo tendrás para seguir muriéndote.
Eloy. S. Rosillo- “El fulgor del relámpago”
No dejes
que miren con añoranza tus ojos
los días que te arrancó el verano,
ni que tus dedos se detengan
a dibujar de nuevo el borde
de alguna sombra
mendigada a tus sueños.
Observa
la belleza de un pájaro en su vuelo;
de una hermosa puesta de sol, su luz intensa.
Abraza también el perfume
impregnado en el tronco de un árbol.
Y mira y huele esos dones
con la gratitud de quien sabe
que presencia un milagro.
Permite
que sea la tristeza
sólo un simple trámite, un preludio
necesario de silencio para las horas
que llegarán cargadas
de gozo.
Y apura,
cuando te alcance,
el fulgor de cualquier acaso
que pensaste inconcebible.
Apúralo con conciencia.
Que fecunde su brillo
con tal exaltación tu memoria
que ganas no te queden,
después,
de seguir muriéndote.
© Juana Fuentes
Verdaderamente es una delicia leerte, Juana. Es un poema inmeso que ha acariciado mi alma...bellisimo.
ResponderEliminarUn beso poeta.
Un millón de gracias, querida Ro.
EliminarY muchos besos.